El “olvidado” Decreto 335/1965, de 5 de febrero, de Franco, demuestra de manera definitiva el concreto origen, y la específica motivación de exaltación del golpismo, que llevó a que Franco ordenase el traslado del Museo del Ejército al Alcázar de Toledo que por aquel entonces fue técnicamente imposible de llevar a cabo.
“Para instalar en adecuado marco los efectos militares, recuerdos gloriosos de nuestras gestas, (…) se ha decidido su traslado al Glorioso Alcázar de Toledo, símbolo del heroísmo y virtudes castrenses. Al exponer en tan memorable solar los recuerdos que jalonan nuestra historia militar se armonizará el valor artístico, moral y material de los mismos con la aureola de espiritualidad que en todo momento, y de una manera especial en dicho recinto, define la ejecutoria de nuestro ejercito”.
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* Artículo de opinión de Miguel Ángel Rodríguez Arias, militante del PSOE, profesor de Derecho Penal Internacional de la Universidad de Castilla-La Mancha, autor del libro "El caso de los niños perdidos del franquismo: crimen contra la humanidad" y otros trabajos pioneros sobre desapariciones forzadas del franquismo que dieron lugar a las actuaciones de la Audiencia Nacional
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